El Humanismo fue un movimiento intelectual, filosófico y cultural que se extendió por todo el continente europeo al mismo tiempo que el Renacimiento. Ambos surgen en italia hacia el siglo XIV-XV, basándose el humanismo en una vuelta a la antigüedad clásica, rompiendo con las tradiciones medievales, pasando a ser ahora el foco de interés la cultura grecolatina. Este movimiento engloba a una serie de representantes que abordan una gran cantidad de conocimientos, desde ingenieros, filósofos o poetas, hasta políticos, teólogos, etc. Entre ellos, destacamos a los siguientes.
Gian Francesco Poggio Bracciolini:
(Terranuova, 1380-Florencia, 1459) fue un humanista italiano que se formó en Florencia y se trasladó a Roma, donde pasó a ser uno de los secretarios del papa Bonifacio IX. Tras su estancia en Roma volvió a Florencia, donde bajo la protección de los Médici, se convirtió en canciller de Florencia. Llegó a ser un gran latinista, dejando plasmada su profunda convicción del latín como lengua viva. Descubrió numerosas obras de la Antigüedad, de entre las que destacamos algunas de Columela, Quintiliano, y algunos discursos y tratados de Cicerón.
Johannes Gutenberg:
Nacido en Maguncia hacia 1398, y fallecido en la misma ciudad en 1468, Guttenberg fue un orfebre e inventor alemán, además de humanista, que se dió a conocer por la creación de la imprenta en torno a 1440. Una década antes, se vió obligado a abandonar su ciudad natal por la terrible agitación sociopolítica que vivía tras imponerse el partido de los gremialistas al de los patricios, al que pertenecía. De su exilio poco se sabe, aunque marcó un antes y un después en su vida, ya que a la vuelta del mismo, fue cuando llevó a cabo la invención de la imprenta.
Giovanni Pico della Mirandola:
(Mirandola, 1463-Florencia, 1494) fue un humanista y filósofo italiano. Recibió una amplia educación, estudiando derecho en la Universidad de Bolonia, y en los centros más importantes de Italia y Francia. Coincidiendo con el auge renacentista, publicó sus novecientas tesis, cuyo objetivo era demostrar la verdadera naturaleza del cristianismo, considerándolo el punto de partida de todas las tradiciones filosóficas anteriores. Sus teorías fueron condenadas tanto por la curia romana, como teólogos del momento, viéndose obligado a ser perseguido como hereje y finalmente, a pasar tres meses preso.
Tras su puesta en libertad, obtuvo el mecenazgo de el Magnífico. Finalmente, fue asesinado en 1494 tras ser envenenado por su secretario.
Erasmo de Rotterdam:
(Rotterdam, 1466-Basilea, 1536) fue un humanista, filósofo, teólogo, y filólogo neerlandés, así como clérigo. Fue precisamente la barbarie e ignorancia de la Iglesia lo cual le hizo apartarse de la vida religiosa, y dedicarse a las letras clásicas, destacando su labor como latinista. Visitó París e Inglaterra, entrando en contacto con otros humanistas entre los que destacamos a Tomás Moro. Alabado por el papa León X, y nombrado consejero del emperador. Es considerado un hereje por unos, así como un renovador cristiano por otros. Su objetivo fue unir el humanismo clásico y la dimensión espiritual, defendiendo el laicismo y condenando la guerra.
Nicolás Maquiavelo:
Nacido en el seno de una familia noble empobrecida en Florencia hacia 1469, y muerto en la misma ciudad en 1527, Maquiavelo fue un escritor y estadista florentino. Vivió en tiempos de el Magnífico y Pedro de Médici, y tras la caída de Savonarola fue nombrado secretario de asuntos exteriores, llevando a cabo grandes misiones diplomáticas. Destaca por su pensamiento político, fundamentado en el funcionamiento del Estado y la psicología del gobernante que plasma en su gran obra El Príncipe, cuya figura se basa en la persona de César Borgia.
Pietro Bembo:
(Venecia, 1470-Roma, 1547) fue un ilustre cardenal, humanista, filólogo, escritor, poeta y erudito italiano de su época. Procedente de una familia de origen noble, llegó a conocer la corte de Lorenzo de Médici, gracias al trabajo como embajador de su padre, y a artistas como Rafael cuando residió en Urbino. Destacó por sus gustos hacia el humanista Petrarca, así como por su labor de latinista, llegando a ser secretario del papa León X e historiógrafo de Venecia.
Fernando de Rojas:
(La Puebla de Montalbán, ca.1470-Talavera de la Reina, 1541) fue un dramaturgo español originario de una familia de conversos judíos de cuarta generación. Recibió una gran formación, estudiando derecho en la Universidad de Salamanca, donde además, por ser obligatorio, debió estudiar también las artes. Adentrándose así en el estudio de los clásicos latinos y la filosofía griega. Tras obtener el título de bachillerato, pasó a trabajar como abogado y alcalde, entre otros. De él destacamos una obra clave en la historia de la literatura universal, La Celestina.
Nicolás Copérnico:
(Torun, 1473-Frombork, 1543) fue un astrónomo, matemático, jurista y diplomático polaco del Renacimiento que destacó por ser quien inició la revolución científica que surgió con el Humanismo, la cual tras su muerte seguiría con científicos de la talla de Galileo o Newton. La importancia de Copérnico se establece a su vez en la formulación de la teoría heliocentrista, según la cual la Tierra y el resto de planetas se mueven en torno al Sol, que constituye el centro del Sistema Solar, refutando la anterior teoría geocéntrica, que colocaba como el centro del todo a la Tierra.
Tomás Moro:
Nacido en Londres hacia 1478, y fallecido en la misma ciudad en 1535, fue un humanista inglés y uno de los grandes políticos de su tiempo. Estudió en la Universidad de Oxford, trabajó como abogado, juez, y fue miembro del Parlamento, donde destacó por su intolerancia contra la tiranía, así como canciller, embajador, o miembro del Consejo Privado. Entró en contacto con otros humanistas de su época, entre ellos Erasmo de Rotterdam. Su defensa del catolicismo y su negativa al divorcio de Enrique VII con Catalina de Aragón, causó que se le hiciera decapitar por mandato del rey.
Martín Lutero:
Nacido en Eisleben hacia el año 1483 y fallecido en la misma ciudad en 1546, Lutero fue un teólogo y fraile católico agustino alemán, que se convirtió en cabeza de la Reforma Protestante, rechazando la autoridad papal y anhelando el retorno a la espiritualidad primitiva. Contó con el apoyo de algunos reyes que querían independizarse de la Iglesia y aumentar su poder, lo que sentó las bases del surgimiento de diversas Iglesias protestantes en el norte de Europa. Su acción radical marcó el fin de la hegemonía de la Iglesia católica a nivel continental.
Garcilaso de la Vega:
Nacido en Toledo hacia 1501 y fallecido en Niza en 1536, fue un poeta renacentista perteneciente a una familia de origen noble. Logró formar parte de la corte del emperador Carlos I, participando además en varias batallas y ganándose cierta importancia como militar, llegando a ser nombrado caballero de Santiago. Su obra fue la que inauguró el Renacimiento literario en las letras hispánicas, gracias a la adopción de las técnicas italianas, tales como la adaptación del endecasílabo a la métrica castellana y la temática neoplatónica. En sus composiciones, queda reflejada la pasión por la dama portuguesa Isabel Freyre.
Miguel de Cervantes Saavedra:
(Alcalá de Henares, 1547-Madrid, 1616) fue un novelista, soldado, poeta y dramaturgo del Siglo de Oro español. Suya es la obra «Don Quijote de la Mancha», considerada hasta nuestros días la obra cumbre de la literatura, ya no solo española, sino universal. Su vida estuvo marcada por una serie de pequeños fracasos que causaron en ocasiones su paso por prisión, destacando entre ellos la amputación de su mano derecha por herir a un hombre. Como escritor le costó ganarse la atracción de los mecenas, mientras que como soldado participó en el gran triunfo obtenido por los españoles en la batalla de Lepanto contra los turcos.
Francis Bacon:
Nacido en Londres en 1561 y fallecido en la misma ciudad hacia 1626, Francis Bacon fue un filósofo, abogado, escritor, y político inglés. Recibió una educación magnífica, pues su padre llegó a ser magistrado durante el reinado de Isabel I, llegando a estudiar en el Trinity College de Cambridge, así como en el Gray’s Inn de Londres. Obtuvo un escaño en la Cámara de los Comunes a sus 23 años, y es considerado uno de los padres del empirismo, ejerciendo en sus obras una influencia decisiva el desarrollo del método científico.
Félix Lope de Vega y Carpio:
Nacido en la ciudad de Madrid en 1562 y fallecido en la misma hacia 1635, Lope de Vega fue uno de los más importantes escritores, dramaturgos y poetas del Siglo de Oro español. Procedente de una familia de corte humilde, llegó a ser desterrado de la corte durante una etapa de su vida por sus desengaños amorosos. También desempeño las labores de secretario del duque de Alba, y sirvió como militar al ejército español, sirviendo, entre otros, a la Armada Invencible. La extensión de su obra hace que se le haya considerado hasta nuestros días como uno de los más prolíficos autores de la literatura universal.
Galileo Galilei:
(Pisa, 1564-Arcetri, 1642) fue uno de los personajes más ilustres de su tiempo. Además de astrónomo, filósofo e ingeniero, destacó por ser matemático y físico, mostrando por lo tanto un gran interés por las ciencias y las artes. En el campo de la física, Galileo formuló las primeras leyes sobre el movimiento, mientras que en el de la astronomía, confirmó la teoría copernicana con sus observaciones telescópicas, invento propio. Su gran aportación fue la introducción del método experimental, hecho por el cual es considerado «padre de la ciencia moderna». Como curiosidad, citar que murió el mismo año en que nació Newton, quien seguiría con su obra.
Introducción al Renacimiento 